domingo , 22 diciembre 2024
Valerie Regas fotografiada en su oficina de Atlanta el 6 de marzo del 2019. Es una de miles de personas que se están reincorporando a la fuerza laboral estadounidense, desafiando los pronósticos de los expertos. (AP Photo/Elijah Nouvelage)

Mercado laboral da otra oportunidad a marginados

(AP) – Una robusta demanda de trabajadores hace que muchos economistas se pregunten de dónde sale toda esta gente que está llenando plazas en el mercado laboral de Estados Unidos.

Hace menos de un año los analistas pensaban que a las empresas les costaría encontrar trabajadores a medida que bajaba el desempleo. Muchas firmas decían que les resultaba imposible llenar todas las vacantes que tenían.

Se equivocaron. La tasa de contrataciones del 2018 fue la más firma en tres años, por razones inesperadas: Mucha más gente que la anticipada decidió buscar empleo. Si esa tendencia se mantiene, podría impulsar una expansión económica que ya es la segunda más prolongada de que se tenga noticias.

El crecimiento de la fuerza laboral –que abarca la gente con trabajo o que busca trabajo– ha ayudado a revertir una de las peores consecuencias de la recesión: La marginación de millones de personas que quedaron afuera del mercado laboral.

En los cinco año que siguieron al fin de la recesión en el 2009, mucha gente perdió la esperanza de encontrar empleo y dejó de buscarlo. Algunos quedaron incapacitados. Otros volvieron a estudiar o se quedaron en casa a criar hijos. Muchos pagaron el precio de antecedentes delictivos o de análisis en busca de drogas que dieron positivo. Quienes simplemente se cansaron de ser rechazados y dejaron de buscar empleo, no fueron contabilizados como desempleados.

Los economistas especularon que millones de personas carecían de las aptitudes necesarias para el mercado o eran consideradas indeseables por las empresas por alguna razón. Eran “desempleados estructurales”, según la jerga económica. Y, en teoría, no serían tomados en cuanto la demanda de trabajadores repuntase. En los últimos años, sin embargo, sí han sido tomados en cuenta.

El porcentaje de personas de entre 25 y 54 años que tiene empleo se acerca al 80%, el mismo nivel que había antes de la recesión. Los economistas dicen que esta es la edad en que la gente está en su etapa de producción pico. No incluye a los jubilados ni a la gente joven que todavía puede estar estudiando.

“Estados Unidos tiene hoy una economía muy diversa y dinámica, que puede darnos algunas sorpresas”, expresó Julia Coronado, de MacroPolicy Perspectives. «Esta es una sorpresa positiva. Ya era hora”. El que la recuperación del mercado laboral haya tomado una década habla de la gravedad de la recesión del 2008, que hizo desaparecer 8,7 millones de empleos. La recuperación, por otro lado, fue lenta y endeble.

De todos modos, el desempleo fue cayendo paulatinamente, del 10% hasta el 4,1% de comienzos del 2018. Con tan poca gente desempleada, las empresas empezaron a buscar trabajadores en sectores que habían descartado.

Algunos factores por los que muchas personas desistieron de volver al mercado laboral son el alto costo del cuidado de niños y la ausencia de licencias pagas. Investigaciones indican que esos costos han hecho que muchas mujeres se abstengan de buscar trabajo, en proporción más alta que las de otras naciones industrializadas.

El repunte ha confundido a los expertos. La Reserva Federal ha subestimado por mucho tiempo las perspectivas de que la gente encuentre trabajo. Si bien la participación sigue por debajo del pico del 2000, que fue del 67,3%, la declinación responde al envejecimiento de la gente, según los economistas.

“Comprobamos que hay más flexibilidad en el mercado porque mucha gente está reincorporándose a la fuerza laboral”, comentó el presidente de la Reserva Federal Jerome Powell ante el Congreso la semana pasada. Esa creciente disponibilidad de trabajadores ha sido una “sorpresa”, según Powell. “Y nos hace pensar que hay más espacio para crecer, lo que sin duda impactará la política monetaria”, acotó.

Si hay gente buscando trabajo, las empresas no van a tener que subir los sueldos para contratar gente y eso contribuye a limitar la inflación. Una inflación moderada, a su vez, permite a la Fed mantener las tasas a corto plazo comparativamente bajas. El sueldo promedio sube lentamente y Adam Ozimek, economista de Moody’s Analytics, dice que las empresas podrían aumentar los salarios un poco para atraer más gente al mercado laboral. Jennifer Taylor, vicepresidenta de Goodwill Industries, que ofrece programas de capacitación, dice que las empresas tienen tanta necesidad de trabajadores que a veces los contratan antes de que terminen su capacitación. “Hay muchas firmas que no hubieran usado Goodwill en el pasado y que están contratando para que empiecen a trabajar de inmediato”, manifestó Taylor. Por otro lado, las empresas a veces están dispuestas a capacitar personal nuevo en lugar de buscar gente calificada.