domingo , 22 diciembre 2024

Organizaciones opositoras se unen en un Consejo para la Transición Democrática en Cuba

La nueva plataforma opositora señala a ‘los ciudadanos como amos de la primera y última palabra en los asuntos públicos’.

La Habana (DDC) – Como «una respuesta de altura política», organizaciones opositoras de dentro y fuera de la Isla han presentado el Consejo para la Transición Democrática en Cuba, que, afirman, «nace, junto a otras energías cívicas, para aunar propósitos y acciones públicos en un momento en el que la pluralidad y la diversidad retornan y transforman a la sociedad cubana en profundidad y aceleradamente».

«‘La patria dentro, los partidos fuera’, la divisa que asumieron los constituyentes de 1940, es la que comparte esta nueva plataforma», presidida por José Daniel Ferrer, coordinador nacional de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), pero cuya conformación aún está en desarrollo, dicen los promotores en un comunicado.

Sostienen que «las respuestas del Gobierno se han quedado rezagadas ante a una sociedad dinámica, que está en pleno cambio y reencuentro».

«Frente a la creciente pluralidad, las murallas del Partido-Estado; frente a la rica y compleja diversidad, el regreso a los mecanismos de control estalinistas; frente a la imaginación, posibilidades y creatividad de las economías privada y social, el refuerzo de la economía estatal improductiva; frente a la crisis económica, la profundización de la dependencia externa y la desigualdad social; frente a las demandas y la acción autónoma de la sociedad, la represión; frente a los compromisos externos e internacionales, la acumulación de incumplimientos; frente a las reglas de convivencia que, como la Constitución, regulan la relación entre el Estado y la ciudadanía, el más descarado irrespeto, y frente al nuevo reconocimiento social de la diferencia, que demandan una nueva actitud y un nuevo lenguaje, el culto a la intolerancia, el recurso al odio entre cubanos y la violencia», lamentan.

«La profundización de las fracturas de Cuba, como país y como hogar nacional, son el resultado de un Estado social fallido y de un partido que se encarama en el Estado para gestionar el capitalismo a favor de una elite cada vez más estrecha. La visión de Estado está ausente del Partido Comunista», señalan.

En tal sentido, «el Consejo para la Transición Democrática surge con cuatro visiones entrelazadas; en la base de la solución de los grandes problemas acumulados de Cuba: los derechos humanos de la persona, los ciudadanos como amos de la primera y última palabra en los asuntos públicos, el Estado democrático de derecho como reglas a las que todos nos debemos, y la política como espacio de acción y participación de todos. Ellas dan forma a nuestros objetivos más generales».

Declaran que «a pesar de sí mismo, el Estado-partido cubano reconoce por el artículo 3 de la Constitución que la soberanía reside en el pueblo. En este artículo basa también su legitimidad el Consejo para la Transición Democrática en Cuba. Pero contra la soberanía del pueblo, el Partido-estado se autoproclama, en el artículo 5, como la única fuerza política de la sociedad».

La plataforma, contrariamente, dice «estar a favor del pluralismo y del pluripartidismo, de las elecciones justas, libres, democráticas y transparentes, y del derecho humano a la participación política, social y cultural de todos los cubanos» y por eso «no reconoce la legitimidad del partido único».

«Una de nuestras metas es que el Estado se parezca a la sociedad, no que la sociedad se parezca al Estado», declara.

Según el comunicado, «el Consejo para la Transición Democrática en Cuba no es una coalición. Es un organismo estructurado para la acción y el pensamiento públicos en los disímiles ámbitos de la sociedad cubana, que articula a una diversidad y pluralidad representativa de la sociedad civil, cultural y de la comunidad política prodemocrática. Dentro y fuera de Cuba».

«El Consejo no pretende la representación de todos ―la diversidad es su visión―, pero está abierto a la participación de los actores sociales, culturales y políticos que quieran colocar dentro de una misma cesta de iniciativas un conjunto de acciones, de propuestas y de ideas concertadas de cambio democrático», agrega.

El Consejo para la Transición Democrática en Cuba (pro tempore) se estructura «con una Presidencia, varias Vicepresidencias ―dos de ellas a ocupar por organizaciones en la diáspora―, vocales, portavoces, una Secretaría, un Comité Consultivo y un Comité Asesor, un mediador de conflictos, Gabinetes, una Secretaría de Relaciones Exteriores con sus representantes, una Cámara de Deliberación, formada por todas las organizaciones que decidan integrarse al Consejo, y una Cámara Abierta para el diálogo con todos aquellos que, fuera del Consejo, estén dispuestos al intercambio por Cuba».

Por ejemplo, a cargo de las nueve vicepresidencias con que nace la iniciativa dentro de Cuba, se encuentran, entre otros, Félix Navarro, del Partido por la Democracia Pedro Luis Boitel; Iris Ruiz, del Movimiento San Isidro; Marthadela Tamayo, de la Red Femenina; Sara Cuba, de la Alianza por la Inclusión; Manuel Cuesta, Arco Progresista y Cuba En Plural.

Dentro de los comités consultivos dentro de la Isla también se encuentran Juan Antonio Madrazo, del Comité Ciudadanos por la Integración Racial, y Fernando Palacios, del Centro de Liderazgo y Desarrollo, entre otros.

A cargo de secretarias y comités consultivos fuera de Cuba están Félix Llerena y Elías Amor, respectivamente, entre otros nombres.

«Si bien la composición de este primer Consejo germina del consenso y de la voluntad mancomunada de las organizaciones y personas que lo integran, las elecciones libres, justas, pluralistas, democráticas y transparentes regirán su conformación estructural», señalan sus promotores.

«La Cuba de los ciudadanos es nuestra meta. La modernización democrática del Estado debe partir de ellos. Lo que exige cambios y reformas estructurales que nos coloquen en la órbita de la globalización, de la emergencia y el protagonismo de la ciudadanía, de la cuarta revolución tecnológica, del nuevo tejido de solidaridades y de debate mundiales por la recuperación de los fundamentos de la democracia y de los derechos humanos», declaran.

Para los promotores de la plataforma, «el próximo liderazgo de Cuba debe nacer de esta interacción. Por eso, la visión exterior del Consejo parte de trabajar con todas aquellas fuerzas y organizaciones, y con aquellos gobiernos que en el mundo comparten estos objetivos».

Este lunes a las 10:00AM el Consejo para la Transición Democrática en Cuba ofrecerá una conferencia de prensa inaugural, a la que podrán asistir, a través de Zoom, todas las personas interesadas.