jueves , 21 noviembre 2024
El joven Yuri García Caraballo, expulsado de su empleo por manifestarse pacíficamente frente a la sede del PCC el 15 de noviembre.

Otro cubano es expulsado de su centro de trabajo por apoyar la marcha cívica del 15N

El joven Yuri García pierde el empleo de diez años tras protestar el 15N frente a la sede del PCC.

Un cubano de 29 años de edad llamado Yuri García Caraballo fue expulsado de su centro de trabajo como técnico de GPS en una base de camiones de carga ubicada en Batabanó, Mayabeque, por unirse a la marcha cívica convocada por la Plataforma Achipiélago el pasado 15 de noviembre, informó Yucabyte.

El joven, que marchó por su localidad con un cartel que decía «Martí Sí, Marx No», fue notificado de la separación de su centro laboral por parte del director general de la empresa tras permanecer cinco días en prisión.

García Caraballo dijo al medio de prensa independiente que no se arrepiente de haber marchado el pasado 15N, pese a su expulsión laboral, la golpiza que recibió de la Policía y los días de encierro en un calabozo. «Sentí la necesidad de hacerlo. Es que hacía tiempo que no podía conciliar el sueño», afirmó.

«Decidí que, ante la convocatoria del 15N, marcharía de forma pacífica. Claro, uno siempre piensa en la represión y le teme, pero es que era algo que tenía que hacer. Y no me arrepiento. Ahora me siento más libre, más en paz conmigo mismo», agregó.

El joven se manifestó a las 11:00AM del lunes 15 de noviembre frente a la sede del Partido Comunista en el municipio de Batabanó, donde mostró el cartel sin decir ningún tipo de frase o consigna hasta que un agente de la Seguridad del Estado lo arrestó.

El oficial de la policía política cubana llevó a García Caraballo hacia la Unidad de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) de Batabanó, donde fue esposado y golpeado por unos agentes y luego trasladado a la prisión de San José de Las Lajas.

«Ahora estoy desempleado, esperando a ver qué sucede con mi caso en estas semanas. El director de la base me dijo que por ahora es una separación del puesto laboral, y que tenían que reunirse los directivos para determinar oficialmente qué decretarán», afirmó García Caraballo, quien agregó que sus compañeros de trabajo lo defendieron públicamente.

«Dijeron que yo soy un buen trabajador, un buen compañero y que lo he demostrado a lo largo de estos diez años que llevo en mi puesto», expresó.

Varios cubanos que apoyaron la marcha cívica convocada por Archipiélago el 15N han sido despedidos de sus centros de trabajo. El doctor Manuel Guerra, expulsado del Hospital Nicodemus Regalado León, en Holguín, y el ingeniero David Alejandro Martínez Espinosa, separado de su puesto de profesor en la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos, son dos ejemplos recientes de esta práctica.

También el profesor cubano David Alejandro Martínez Espinosa fue expulsado este martes de la Universidad de Ciencias Médicas en Cienfuegos por ser uno de los firmantes de la notificación de la marcha cívica por el cambio. Según el centro de estudios, la expulsión se debió a «su pérdida de ideología en la Revolución cubana«.