jueves , 21 noviembre 2024
Trabajadores de Ciego de Ávila realizaron una jornada de trabajo voluntario a principios de año, en actividades previas al congreso de la CTC. (Trabajadores)

Otro infame congreso de la CTC

En homenaje a la magna cita, trabajadores en Ciego de Ávila donaron sangre tras participar en jornada de trabajo voluntario.

Pittsburgh (Sindical Press) – Desde comienzos del año en curso se vienen celebrando a nivel municipal en todo el país una serie de conferencias como preámbulo al 22 Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) a efectuarse en el mes de abril de 2025.

Los colectivos de trabajadores encabezados, por los dirigentes sindicales y secretarios del partido a nivel local, han vuelto a discutir las mismas estrategias para alcanzar óptimos niveles de eficiencia y mejorías del entorno laboral, entre un surtido de ideas que terminan sin la necesaria concreción, ante el acelerado agravamiento de las dificultades económicas y sociales, y como parte de las agendas de las próximos debates, estos últimos con suficientes evidencias para calificarlos como pura cháchara. Todo fundamentado en la abstracción de convertir el socialismo de “ordeno y mando” en un primor del desarrollo integral en el mundo, incluido el trabajo digno en el más amplio sentido del término. Algo solo posible, y a duras penas, en la imaginación.

A estas alturas de la historia nacional, bajo el mandato de una claque de ineptos y vividores, convertidos en regios burgueses a la sombra de las consignas marxistas-leninistas, el secretario general de la CTC, Ulises Guilarte de Nacimiento, muestra su prodigiosa maestría en vender humo como si tratase de oro molido, como acostumbra en cada una de sus intervenciones. Con una retórica llena de tecnicismos, fabulaciones de vieja data y críticas como relleno de un discurso a disolverse en las tensiones de una existencia marcada por la miseria y la desesperanza, el dirigente, cumple al pie de la letra el trabajo asignado por el poder central de fortalecer los pilares ideológicos del sistema de partido único. El ambiente sindical que debería manifestarse en cada intervención es como de costumbre superado por las redundantes disertaciones enfocadas en apuntalar la política gubernamental.

Entre los reportes de la prensa oficial en alusión al tema, valga citar que la ciudad-municipio de Morón, en la provincia Ciego de Ávila, fue el enclave escogido para continuar con las actividades en saludo a la magna cita de la CTC el próximo año.

El pasado 12 de junio, la dirección municipal de Cultura y tres instalaciones hoteleras tomaron parte en el evento.

También se realizaron varias donaciones de sangre por parte de los trabajadores, antecedida por una jornada movilizativa dirigida a la limpieza e higienización del perímetro urbano, convocada por los sindicatos.

En fin, todo muy planificado y con un revelador grado de entusiasmo de acuerdo al autor de la nota, invalidado para ofrecer un punto de vista que no sea el establecido por las reglas de una prensa al servicio de los intereses de la cúpula de poder.

Tales distracciones no van a evitar el repunte de un descontento que podría derivar en manifestaciones populares, probablemente mayores que las ocurridas el 11 de julio de 2021, a raíz del deterioro del nivel de vida.

Es una verdad de Perogrullo decir que el modelo socialista colapsa a pasos acelerados frente a las reticencias de los mandamases en declarar la inviabilidad del centralismo como estrategia de progreso.

Frente a la galopante inflación, condiciones laborales insostenibles, desabastecimiento crónico, cortes del fluido eléctrico en aumento y serios problemas con el suministro de agua potable, ningún trabajador, a no ser por miedo, apoya el actual estado de cosas. Están hartos de laborar por menos de un dólar diario, de no tener transporte, ni poder comer tres veces al día, bañarse, ni dormir en las noches a causa del agobiante calor después de uno de los apagones a consecuencias de la falta de petróleo y la obsolescencia del sistema energético.

El congreso de la CTC y sus actividades preliminares constituyen una bofetada al pueblo trabajador. Es, ni más ni menos, la reafirmación del permanente divorcio entre la clase dirigente y los millones de personas que sufren las ingentes penurias. Ulises Guilarte, no convence a nadie. Es otro de los bufones de la corte totalitaria. Un inveterado mentiroso y charlatán que se beneficia de las prebendas que explican su grosera obesidad frente al hambre de la mayoría de los cubanos.