martes , 23 abril 2024

Otro paso hacia la consolidación del capitalismo de Estado

Nevada | Cuba Sindical Press – El revuelo propagandístico en torno a la aquiescencia del régimen cubano a darle mayor espacio a formas económicas no estatales, dista de reflejar el verdadero cariz de una iniciativa tomada a conveniencia del poder central y alejada de los intereses de la sociedad en su conjunto.

Un breve repaso de los decretos que reconocen y amplían el funcionamiento de las micro, pequeñas y medianas empresas, así como las cooperativas no agropecuarias y el trabajo por cuenta propia (autónomo), es suficiente para reducir las perspectivas de un salto cualitativo en el ámbito de las transformaciones económicas.

Habría que ver cuánto de lo estipulado se cumple y, por otro lado, se deberían tener en cuenta los márgenes interpretativos de ministros y burócratas, siempre tan consecuentes con los pilares ideológicos del modelo neoestalinista de preeminencia estatal sobre los medios de producción y mandato único del partido comunista.

Cada vez es más visible la tendencia a articular una estructura similar a la que existe en China. Al parecer, la élite cuenta con el beneplácito de poderosos círculos de poder, tanto de Occidente como de las Naciones Unidas, sin dejar de mencionar la gran prensa en su juego de minimizar u ocultar las críticas a la sistemática violación de los derechos humanos, y exaltar los presuntos gestos de buena voluntad como el internacionalismo de las misiones médicas y el presunto aceleramiento en el camino de las reformas a una economía que se hunde en el pantano de la ineficiencia.

Tales respaldos, incluyendo los de la actual administración demócrata, encabezada por Biden y Harris, indican la vigencia de los preceptos de la realpolitik. La tibia respuesta internacional a los abusos perpetrados contra los manifestantes pacíficos que salieron a las calles el 11 y 12 de julio y la decisión a mantener intactos los espacios de legitimidad del actual gobierno en la Isla, impuesto por el fraude y la fuerza, demuestran el poco interés en presionar para que Cuba evolucione hacia un sistema con economía de mercado y pluralidad política.

La tolerancia ha sido la herramienta favorita de las democracias más poderosas frente a la tiranía insular y eso no va cambiar, en mundo dominado por el relativismo, más cuando se trata de países ubicados en la periferia tercermundista y en medio de una crisis sanitaria que ha estremecido los cimientos del actual orden mundial.

Desafortunadamente, a los mandamases no les faltan aliados movidos por la mezquindad y el afán de hacer dinero.

A punto de normalizarse el envío de remesas y abocados a la reiniciación de los vuelos desde territorio estadounidense, quizás antes que termine el año en curso, se intuye que el dinero y buena parte de los recursos para el desarrollo de las PYMES estaría garantizado. La impunidad y eficacia de los sistemas represivos cierran el círculo de un plan que conduce a una limitada creación de riqueza sin que por ello se afecte el control político y social.

Va, y hasta sacan del juego a Díaz-Canel y ponen a otro peón en la silla presidencial.

La continuidad del socialismo, tal y como prescriben las arengas del alto mando, se va cumpliendo gracias a una nueva dosis de capitalismo salvaje, intrigantes arreglos y malsanas conveniencias.

Un cambio verdadero permanece indisolublemente ligado al aumento de la beligerancia interna por alcanzar el pleno disfrute de derechos inalienables.

Es una meta difícil, pero no del todo imposible.