miércoles , 30 octubre 2024
El Sexto, luego de ser liberado (María Matienzo / CN)

“Para matarme a mí hay que echarla”

“Todo el tiempo golpeándome, humillándome. En todos los lados era como provocándome para que reaccionara. Tratando de hacerme perder el control.”

LA HABANA, Cuba | María Matienzo Puerto (CubaNet) – El artista plástico Danilo Maldonado, “El Sexto”, fue liberado al cabo de 57 días de prisión sin juicio. Acusado de Maltrato a la propiedad del Estado, fue encarcelado en el Combinado del Este. Por este mismo delito la sanción que se le impondría a cualquier ciudadano es una multa de 27 pesos en moneda nacional. A El Sexto le costó casi dos meses de prisión con golpes, torturas psicológicas, en una celda de aproximadamente 6 por 3 metros para 36 personas.

Maldonado hace un recuento del 26 de noviembre, cuando irrumpieron en la casa de alquiler y se lo llevaron preso mientras lo golpeaban. En conversación con CubaNet, saca algunas conclusiones.

“Estábamos durmiendo cuando Gorki me llama para decirme que se murió Fulano y yo digo, eh? ¿Qué le pasa a este? Me levanto, y me dicen ‘oye se murió Fulano y bien’. Salí a celebrar y me encontré con la calle vacía. Entonces hice mi ‘pincha’ (trabajo).”

“Esta vez la represión fue mucho más cruda”, comenta Danilo. “Todo el tiempo golpeándome, humillándome. En todos los lados era como provocándome para que reaccionara. Tratando de hacerme perder el control. Hubo un momento en que se llevaron a uno que estaba debajo de mí para el 47, que es un lugar a donde nada más va la gente a punto de ser fusilada. Y empezaron a traer a todas la gente del Valle Grande para el Combinado. Me metieron en la unidad 3, que es de alta seguridad, con gente que había cometido asesinato”.

Y agrega: “Preso por gusto un montón de tiempo. Preso por reírme de la muerte de un asesino. Tengo que reírme porque el día de mañana nuestros hijos van a creer que estar matando gente por ahí es una gracia. Son unos asesinos y el hermano es el que debía estar en el combinado, no yo”.

Pero desde el 2003 no se fusila a nadie. A los últimos condenados les han conmutado la pena…

“A esa gente no le interesa nada de eso. Esa gente asaltaron un cuartel y han puesto a todo su pueblo  a emigrar, mataron a Oswaldo Payá… ¿Tú crees que les importe a ellos matar a uno más, sin justificación alguna?”

“El sábado, cuando escuché los disparos, dijeron que había llegado el ministro para aprobar la pena de muerte. Por la forma en que me estaban tratando, diciendo que mis papeles eran además súper confidenciales, pareciera que ellos realmente tenían un plan detrás, como diciendo: “vamos a darle una lección a esta gente por pasarse de la raya”.

“El expediente que me enseñaron era enorme, como tratando de demostrar que tenía una trayectoria amplia de contrarrevolución, preguntándome además si alguna vez a mí me habían hecho un juicio por delito contra la seguridad del Estado. Me amenazaron diciéndome que me podían enjuiciar en la televisión. Y yo me decía, candela, me van a hacer lo mismo que a Ochoa.”

“Al reeducador lo desaparecieron por decirme que me iban a soltar pronto.”

Se podría decir, viendo a tus vecinos cómo te saludan mientras paseas por el barrio y notan tu alegría, que esta experiencia ha sacado lo mejor de Danilo Maldonado. Pero, ¿qué sacó Danilo de este encarcelamiento?

“Esta es una enfermedad que quisiera que se me quitara, pero que cada vez me enferma más. Lo que no puede pasar es que me calle, al borde de la muerte o no. Esta vez entendí que no podía arriesgar mi vida como la vez anterior, que hice una huelga de hambre. Me di cuenta que lo que querían era algo nefasto y me cuidé todo el tiempo. Busqué las esquinas, y me dije, ‘ná, tú estás loco, para matarme a mí hay que ‘echarla’ (esmerarse)”.

“Voy a Miami lo antes posible, espero ir mañana a una conferencia de prensa y regreso, por supuesto a seguir trabajando en lo mío y a arreglar la situación de mi hija”.

“Tengo que darle las gracias a las personas que se pronunciaron de la ONU, a la Human Rights Foundation, a la prensa. Gracias a todos por el apoyo”.