sábado , 20 abril 2024
La periodista independiente Mabel Páez muestra los golpes que le propinaron dos encapuchados. (ICLEP)

Periodista del ICLEP es golpeada por dos encapuchados

Un policía entró a la consulta junto a Mabel y le quitó el certificado de lesiones que emitió el doctor.

La Habana, Cuba, (ICLEP) – La periodista y directora del medio de comunicación comunitario del ICLEP, El Majadero de Artemisa, Mabel Páez, es golpeada por dos encapuchados que se introdujeron en su casa alrededor de las 8:30 de la noche de este martes.

“Mi hijo de 19 años acababa de salir y de pronto veo que por la puerta del frente entran dos hombres con gorros negros que me van arriba y la emprenden a golpes conmigo sin mediar palabras”, contó la periodista al ICLEP.

Los agresores le provocaron a la reportera una herida que sangraba encima de la ceja izquierda, le partieron el labio inferior, le inflamaron el mentón, le lesionaron dos dedos de la mano derecha y le dejaron todo un costado del cuerpo morado que le produce mucho dolor cuando respira.

Según la directora de El Majadero de Artemisa los que asaltaron su casa no se llevaron nada y solo entraron para golpearla, dejarla tirada en el piso sangrando por las heridas que le provocaron y decirle; “Es la primera advertencia”.

La periodista responsabiliza a la policía política cubana de la violencia de que fue víctima y de lo que le pueda pasar en lo adelante, tanto a ella como a su hijo.

“No tengo enemigos. No puedo pensar en otra cosa de que los que entraron a mi casa y me golpearon son de la Seguridad del Estado o personas enviadas por ellos [Seguridad del Estado]”, dijo la reportera entre gemidos por el dolor que le producen los golpes que recibió.

La directora de El Majadero de Artemisa no pudo identificar a ninguno de los dos agresores y solo escuchó el sonido de una motocicleta que se alejaba de su vivienda después de que los encapuchados salieron de la casa.

Una vez en el hospital no le pudieron hacer radiografías para descartar alguna costilla fracturada, por no existir la materia prima para hacer Rayos X y solo la inyectaron para el dolor.

Mabel contó al también periodista Juan Manuel Moreno, que al llegar a la institución médica un agente de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) entró a la consulta junto a ella y le quitó el certificado de lesiones que emitió el doctor.

“Todo fue una operación bien montada y calculada por la policía política. En este país no existen casualidades. Cuando Mabel le reclamó al policía le diera el certificado médico de repente entró otro hombre a la consulta a quien el policía le entregó el certificado. No cabe la menor dudad de que ese hombre es un oficial de la policía política que además le dijo a Mabel ‘vete para la casa y descansa que va a hacer mejor para todos’”, explicó Moreno quien confirmó, al momento de redactor esta nota, que la reportera se encontraba bajo los efectos del medicamento que le inyectaron.

La golpiza contra la periodista ocurrió a solo dos días de que la policía política allanara su casa, supuestamente en busca del director ejecutivo del ICLEP Alberto Corzo.

El pasado domingo en la mañana dos efectivos de la policía política y dos de la PNR penetraron en la vivienda de la periodista sin orden judicial y a la fuerza con el pretexto de que en el interior de esta se encontraba el director ejecutivo del ICLEP, algo que era totalmente falso.

En esa ocasión la reportera fue empujada por uno de los policías y puesta en prisión domiciliaria junto a su hijo todo el día.

También la periodista estuvo bajo prisión domiciliaria desde el 13 al 16 de noviembre por motivos de las protestas cívicas que habían sido convocadas para el 15 de ese mes, para impedirle reportara cualquier hecho que ocurriera en su comunidad.

El Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa condena al régimen de La Habana por los sistemáticos abusos contra los periodistas independientes y exige justicia no solo para Mabel Páez sino, también, para todos los comunicadores que en estos momentos languidecen dentro de las cárceles cubanas, así como para los que están bajo medida cautelar de prisión domiciliaria porque solo son periodistas.