La Habana / DDC – En medio de un caos económico que amenaza con el estallido inflacionario y social en Cuba, el viceprimer ministro Alejandro Gil Fernández anunció en la oficial Mesa Redonda del viernes la creación de micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) privadas y estatales en lo que presentó como perfeccionamiento de la empresa estatal socialista y organización del llamado trabajo por cuenta propia.
«Se ha evaluado y aprobado iniciar el proceso de constitución de la micro, pequeña y mediana empresa, de forma tal que en esta primera etapa podamos enfocarnos en poner cada cosa en su lugar», dijo Gil Fernández, quien pese al fracaso defendió el protagonismo de la empresa estatal en el modelo centralizado de la economía cubana, publicó el sitio oficial Cubadebate.
Según el ministro de Economía y Planificación, un trabajo por cuenta propia que tenga diez, 15, 20 o 40 trabajadores puede ser considerada una micro, pequeña y mediana empresa, lo que aún no están constituidas bajo esa forma jurídica específica. «Por ello se conciben en el perfeccionamiento», dijo.
En palabras del ministro, «a partir del ordenamiento, un cuentapropista podrá tener dos o tres trabajadores contratados. Sin embargo, la contratación indefinida de trabajadores en este sector va a corregirse de forma que se redireccione hacia las MIPYMES».
«Si un cuentapropista se convierte en una cooperativa o una micro, pequeña y mediana empresa tendrá más autonomía y capacidad de gestión que bajo la fórmula del trabajo por cuenta propia», dijo.
Sin embargo, todavía están en el paso de «ordenar lo que hay hoy y eso lleva un tiempo».
La forma jurídica organizativa de estas MIPYMES privadas, según Johana Odriozola Guitart, viceministra de Economía y Planificación, estará restringida a «la sociedad de responsabilidad limitada».
«No se trata de una transformación sencilla ni puramente administrativa, sino que lleva una gradualidad para que el Gobierno conduzca el proceso y no haya ninguna distorsión», añadió Gil Fernández.
Según Gil, están «dando todos los espacios para liberar las fuerzas productivas, quitar trabas, para que haya una responsabilidad social de estos actores económicos desde el punto de vista jurídico y pueda separarse el patrimonio individual del patrimonio de la entidad».
La liberación de las fuerzas productivas es un reclamo de larga data, pero el Gobierno ha dejado claro que seguirá controlándolas con políticas que presenta como «reformas», pero que hasta ahora solo han demostrado su carácter cosmético.
Gil dijo que la primera fuente de creación de las micro, pequeña y mediana empresas privadas son los actuales negocios de trabajadores privados que tienen una amplia contratación del personal. «Esa es la prioridad en esta primera etapa», afirmó.
«Este año en Cuba es de profundas transformaciones, habrá una ampliación del trabajo por cuenta propia con la lista negativa, así como las cooperativas no agropecuarias con una mayor expansión, y las MIPYMES estatales y no estatales», anunció.
«Estamos trabajando aceleradamente y en paralelo en el diseño de las prioridades y en las normas jurídicas», dijo. Espera que la nueva reglamentación quede lista para su publicación en agosto o septiembre.
Sector estatal
En medio de la polémica por el secuestro del dólar ejecutado en las últimas medidas del Gobierno, el ministro de Economía también anunció el surgimiento de la empresa filial y las MIPYMES en el sector estatal.
«En cuanto a la primera, aparece en caso de que una UEB cierre ciclos productivos, la que también tiene la posibilidad de convertirse en una micro, pequeña y mediana empresa. Esto persigue el objetivo de pegar la decisión lo más posible a donde se genera el hecho económico», argumentó.
Sobre las facultades de las MIPYMES estatales, comentó: «Por ejemplo, a una micro, pequeña y mediana empresa estatal le vamos a autorizar que pueda decidir libremente sobre los salarios de los trabajadores, que no tengan que regirse por una escala central. Pero aquí, muchos preguntarían, ¿por qué esta facultad no se puede aplicar en las empresas estatales? Hay un principio fundamental: ‘la que no puede salir perjudicada ni relegada a un segundo plano es la empresa estatal —la base del socialismo— que debe y puede ser eficiente».
Según Gil, están ahora trabajando «en la precisión de los diseños desde el punto de vista de las normas jurídicas, facultades y el marco de actuación que van a tener».
Aclaró que el Gobierno «no va a derrumbar nada de lo que existe hoy así, de un golpe».
«Pero estamos en un proceso de construcción de un diseño estructural con una visión de más eficiencia», dijo.
Para el economista Pedro Monreal, «lo menos entendible» de los anuncios del viernes es «la consideración de que las pequeñas empresas estatales deben ser consideradas como PYMES, a la par de las PYMES privadas, a pesar de que se trata de dos entidades muy diferentes, con necesidades y funciones diferentes».
En un hilo en su red social Twitter, se preguntó «¿por qué no se habla de establecer PYMES en el sector agropecuario, a pesar de que ahí existe un gran potencial inmediato para formar estructuras empresariales privadas, a la vez que hay una necesidad muy aguda de incrementar la productividad?».
Para el economista, «debería reconsiderarse: en vez de restringirse la forma jurídica de las PYMES a la sociedad de responsabilidad limitada, las propias diferencias de escala aconsejarían un rango más amplio de opciones, incluyendo el empresario individual y las sociedades anónimas».