El caso de Bismar Rodríguez Pérez ‘luce más un linchamiento por enriquecimiento que un acto de justicia’, considera un abogado.
Holguín, Cuba | DDC – Bismar Rodríguez Pérez, uno de los mayores productores porcinos de la provincia de Holguín, fue sentenciado a diez años de prisión el pasado 14 de junio en la sala de lo penal del Tribunal de Sagua de Tánamo. A pesar de residir en Mayarí, el juicio tuvo lugar el 6 de mayo en el citado municipio, a 60 km de distancia.
El traslado del proceso no ha sido comprendido por familiares y amigos del enjuiciado, que deseaban asistir a las audiencias.
Tras un año de detención, incluidos varios meses en el Centro de Instrucciones de Pedernales en Holguín, en condiciones infrahumanas, finalmente tuvo lugar el juicio. La Fiscalía hizo la petición de una pena de 18 años de cárcel y quedó previsto de sentencia para el 4 de junio.
Luego el Tribunal pidió una prórroga hasta el día 14, cuando finalmente dictó la sentencia de diez años de reclusión con internamiento, más el decomiso de algunos bienes (un tractor y la finca con infraestructura porcina) y dinero en cuentas bancarias.
«Los delitos del joven emprendedor son muy cuestionables», declaró a DIARIO DE CUBA un jurista holguinero que prefirió no revelar su apellido.
«Luce más un linchamiento por enriquecimiento que un acto de justicia. En verdad alrededor de todos esos grandes negocios particulares existen muchas irregularidades, que califican de corrupción o tráfico de influencias. El problema es que la burocracia es muy pesada, con muchas trabas y regulaciones que entorpecen las gestiones y los funcionarios solo las agilizan con coimas. Se tolera, lamentablemente», añadió.
«Lo raro es que se hayan ensañado con ese caso, porque es algo habitual y no se combate. Casualmente deciden actuar contra un emprendedor exitoso que estaba creciendo mucho. Aquí en Cuba no funciona el soborno o el cohecho como en otros países, donde el funcionario recibe una propuesta de soborno; aquí el funcionario retarda los trámites o los entorpece en espera de una coima, que generalmente solicitan utilizando a terceros que actúan como intermediarios», explicó.
«Es un negocio ilícito muy lucrativo. Son acciones donde es difícil discernir si al dar un soborno eres culpable de soborno o víctima de extorción. Es complicado», concluyó.
DIARIO DE CUBA ha intentado contactar con la familia del procesado para tomar sus declaraciones, pero no ha sido posible.
Al parecer la Seguridad del Estado, que es quien lleva este caso de la mano, les ha aconsejado que no proporcionen declaraciones a medios no oficiales, porque hipotéticamente complicaría más el caso. Se trata de una táctica usada con frecuencia para evitar que la opinión pública tenga conocimiento de los casos más relevantes. Solo fue revelado que la sentencia está en proceso de apelación.
El caso de Bismar Rodríguez Pérez fue cubierto por este medio en junio del año pasado, lo que trajo consigo la detención por tres días del periodista Osmel Ramírez Álvarez en Mayarí. Tampoco es un hecho aislado pues en varias provincias del país los mayores productores porcinos han sido procesados y algunos ya juzgados a largas penas de prisión.
Esta persecución coincide con la agudización de la crisis de la economía, que tiene la mayor implicación en el suministro de alimentos, donde la carne de cerdo escasea y sube de precio aceleradamente.
El Gobierno en 2018 dejó de importar piensos (alimento porcino), como consecuencia se la falta de liquidez que padece en los últimos años. Ello, unido a la cruzada en contra de los mayores productores porcinos, ha propiciado que en 2019 el país tenga que importar mayores volúmenes de carnes, según declaraciones públicas del Consejo de Ministros.
Ello sin duda resulta más costoso que producirla en Cuba y constituye otra evidencia de la ineficacia del Gobierno en la conducción de la economía nacional.