jueves , 21 noviembre 2024

Trabajadores públicos de Venezuela convocan un paro indefinido

Caracas, 18 jul (EFE).- Los trabajadores públicos del sector eléctrico de Venezuela convocaron hoy un paro indefinido como medida de protesta ante los pobres ingresos que perciben que no les permiten hacer frente a la grave crisis económica del país.

Ángel Navas, presidente de la Federación de Trabajadores Eléctricos (Fetraelec), dijo a periodistas desde una concentración en Caracas que el Gobierno del presidente chavista Nicolás Maduro está «matando de hambre» a las familias de los empleados públicos, que no pueden costear la canasta básica alimentaria.

Navas anunció un «paro indefinido a partir del lunes 23 de todos los trabajadores eléctricos a nivel nacional» para presionar al Gobierno, y responsabilizó directamente al ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, por el conflicto laboral y los fallos del servicio en zonas de los cuatro puntos cardinales.

«Presidente, póngase las pilas porque le van a tumbar la industria eléctrica y eso sí tumba gobierno», dijo el sindicalista tras denunciar que 17.000 trabajadores han renunciado los últimos años a la estatal Corpoelec pues «la inflación acabó con los beneficios de todos».

Con pancartas y consignas, los manifestantes marcharon por el centro de la capital venezolana, un territorio considerado bastión del chavismo gobernante, para denunciar que la industria eléctrica vive «prácticamente un paro» por la pérdida en las nóminas y la falta de inversión.

Navas no indicó cuánto perciben los trabajadores eléctricos, aunque otros empleados públicos han denunciado que sus ingresos son similares o ligeramente superiores al salario mínimo mensual que se sitúa en 5.196.000 bolívares (37 o 1,8 euros, según el tipo de cambio que se use), un monto que en la actualidad no alcanza siquiera para comprar un kilo de carne.

Este anuncio de paro indefinido se suma al que hicieron en su momento los trabajadores sanitarios, que reclaman incrementos de salarios sustanciales que les permitan al menos alimentar a sus familias.

Venezuela es el país con las mayores reservas probadas de crudo en el planeta, pero esta riqueza no le sirve para atajar la grave crisis económica que atraviesa y que se traduce en escasez de alimentos básicos y medicinas así como en hiperinflación, un fenómeno que pulverizó el poder de compra de la población.

Según el Parlamento, que controla la oposición, la inflación diaria en junio alcanzó los 2,8 puntos, mientras que la actividad económica cayó un 12 % en las principales industrias, como la petrolera, que es el motor de la economía venezolana.

Esta misma jornada, cientos de trabajadores sanitarios alargaron el conflicto que mantienen con el Estado por mejoras salariales y protestaron en las inmediaciones de varios hospitales.

El presidente de la Sociedad Médica del Hospital Vargas en Caracas, Carlos Prósperi, recordó que las protestas del sector salud empezaron hace 24 días para denunciar el deterioro de los hospitales y la depauperación de los salarios, circunstancias que se «agudizan cada día», según dijo.

«Hacemos un llamado a que esa protesta se radicalice un poco más, no solamente en el centro de salud sino que vayamos a la calle (…) la protesta se tiene que dar en las calles de Caracas y en las calles de Venezuela», declaró ante periodistas.

Empleados de otros nosocomios capitalinos también participaron en protestas similares, al igual que decenas de dependientes de la estatal de telecomunicaciones CANTV.

Además, un grupo de trabajadores del Parlamento venezolano se manifestó hoy en Caracas por reivindicaciones salariales, un día después de que el presidente de la Cámara, el opositor Omar Barboza, informase que estas solicitudes están en trámite.

Aunque el Legislativo es controlado por la oposición, el Supremo lo declaró en desacato y cortó la financiación del Parlamento que desde entonces administra a discreción el Ejecutivo.

Sumada a todas estas manifestaciones, hoy se escenificó en Caracas otra de pensionistas, quienes también demandan aumentos de ingresos.

Los jubilados venezolanos reciben 3.000.000 de bolívares (21 o 0,9 euros) por su pensión y suelen cobrar la totalidad de su mensualidad si asisten los días determinados por el Gobierno para ello, de lo contrario solo recibirán un máximo de 200.000 bolívares diarios (1,3 euros o 0,06), dependiendo del banco.