jueves , 28 marzo 2024
Obama y Raúl celebran en un juego de béisbol en La Habana.

‘Un cubo de agua fría para los cubanos’

JORGE ENRIQUE RODRÍGUEZ | La Habana (www.diariodecuba.com) – A solo una semana de entregar oficialmente la Casa Blanca al nuevo presidente, Donald Trump, el actual mandatario estadounidense, Barack Obama, conjuntamente con el régimen de Raúl Castro, derogó la llamada política «pies secos pies mojados».

El acuerdo ha sido considerado por no pocos ciudadanos habaneros «una traición de Obama a los cubanos».

El presidente saliente «traicionó cada una de sus palabras y cada una de las promesas que hizo en su discurso aquí en La Habana», opinó Juan Carlos Sarduy, un taxista privado.

«Dejó a la buena de dios a miles de cubanos que vendieron sus propiedades para ‘brincar el charco’ y cruzar de algún modo la frontera hacia Estados Unidos», añadió.

Los balseros han sido durante décadas la imagen del descontento cubano hacia las políticas del régimen en la Isla, apuntó la escritora Mariadelfa.

«Esta nueva complicidad de Barack Obama con Raúl Castro le devuelve al Gobierno cubano un arma blanca y olvida a todos los que murieron intentando cruzar el Estrecho de la Florida», opinó. «¿Qué dice esto a los cientos de cubanos que se encuentran en su travesía hacia Estados Unidos?».

Entre los acuerdos firmados por La Habana y Washington, también se incluyó la eliminación del conocido «parole» para los profesionales de la salud enviados por el Gobierno cubano a cumplir misiones en el exterior.

«¿De verdad cree Obama que se trata de ‘robo de cerebros’? ¿No es suficiente para Obama contemplar que no solo los médicos, sino también deportistas, artistas, obreros, amas de casa, huyen en estampida hacia sus fronteras?», dijo Anabel Fundora.

Esther María, jubilada del sector de la salud, afirmó que en memoria Obama quedará como un «cómplice» de Raúl Castro.

«Estos acuerdos justificarán los desmanes de Raúl Castro, que ya hoy no tienen modo de ocultarse. Parece que el único ciego de este reino es Obama… espero que esta sea una orden ejecutiva y que Donald Trump pueda revertirla», añadió Esther María.

«Obama no traicionó su palabra, él dejó bien claro que los problemas de Cuba teníamos que resolverlos los cubanos y creo que esta es su estrategia», comentó Mayito González, cocinero.

«No hay dudas de que la cosa se pondrá caliente porque va a desaparecer la única vía de escape que teníamos, pero esto también implica la oportunidad de crear una presión interna», opinó.

Ahora, además, «Obama será el máximo responsable cuando la embajada estadounidense incumpla con la cifra de otorgamientos de visas (20.000 anuales)», señaló René Zamora, contable de la empresa estatal Correos de Cuba.

«La situación del país es tensa, está en el límite de lo aguantable, y se pondría peor en caso de que se cumpla el acuerdo sobre los deportados», indicó por su parte Fabián Alonso, profesor de Química.

«No hay empleos, la situación de la vivienda empeora y los planes económicos anunciados por el Partido auguran la agudización del desastre. La reacción seguirá siendo huir a como dé lugar, pues de seguro Estados Unidos incumplirá con las cuotas de visas», coincidió.

Alonso dijo temer, asimismo, que el régimen reactive la penalización por «salida ilegal del país».

En una declaración publicada este jueves, La Habana dijo que el acuerdo alcanzado con Washington «ratifica la decisión de ambas partes de impedir las salidas ilegales vía marítima».