La OIT convocó al régimen a abstenerse “de restringir indebidamente el derecho de los dirigentes y afiliados de la ASIC”
Yolanda Huerga (RTV) – La Organización Internacional del Trabajo (OIT) aprobó un informe del Comité de Libertad Sindical relativo a una queja que hizo la Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC) contra el Gobierno de la Isla por transgredir el derecho a la libertad de asociación, de representación y de convenio colectivo.
“Es la primera vez, en estos 60 años, que el Consejo de Administración de la OIT aprueba un caso relacionado con la dramática situación de los derechos sindicales y laborales en Cuba, lo que nos llena de profunda satisfacción y esperanza y nos indica que no estamos solos. Es un verdadero triunfo de la ASIC en su lucha por la legítima representación de los trabajadores”, indicó Iván Hernández Carrillo, Secretario General de la agrupación independiente cubana.
El Consejo de Administración de la entidad mundial, compuesto por 56 miembros titulares, de ellos 28 Gobiernos de todos los continentes, ratificó por una aplastante mayoría el reporte del Comité de Libertad Sindical, que recoge la prohibición al sindicalismo independiente en Cuba.
La ASIC ha fundamentado en varias ocasiones los «ataques, hostigamientos, persecución, detenciones, agresiones y restricciones a la libre circulación de dirigentes y afiliados sindicales en el ejercicio de sus funciones por parte de las fuerzas de seguridad del Estado”, así como la permisión “de una única central sindical” en manos de los gobernantes y la proscripción del derecho a huelga.
La Habana envió siete comunicaciones a los pedidos de acción de la OIT afirmando que las acusaciones en su contra son falsas. En relación con el último informe del Comité de Libertad Sindical, el Gobierno comunista manifestó una vez más que la ASIC no es una organización sindical.
“Pedimos al Comité de Libertad Sindical que comprenda que los querellantes de este caso buscan legitimar acciones mercenarias y manipular los mecanismos internacionales en busca de reconocimiento”, argumentó la delegada oficialista en la 341ª reunión del cuerpo global en Ginebra, que se celebra este mes.
En este sentido, el Comité destacó que lleva varias décadas examinando alegatos relativos a la no aceptación y la intervención por parte del Gobierno en el libre funcionamiento de organizaciones sindicales no afiliadas a la Central de Trabajadores de Cuba (CTC).
“Lo importante de esta resolución es que de manera unánime y contundente, los 28 países votaron a favor de ella, a pesar de los esfuerzos realizados por la comisión del régimen que solicitaron sellar el caso aludiendo fines políticos y no sindicales. Pero la voluntad firme de los 28 países dio al traste con esa maniobra”, puntualizó Hernández Carrillo.
Igualmente, el Comité recordó que la legalización en el registro oficial es un aspecto esencial del derecho de sindicación y que “la libertad sindical” implica que los trabajadores y los empleadores puedan elegir libremente a sus representantes “sin injerencia de las autoridades públicas”.
La OIT convocó al régimen a «que se abstenga de restringir indebidamente el derecho de los dirigentes y afiliados de la ASIC a organizar y ejercer libremente sus actividades sindicales, incluso cuando las mismas sean celebradas en el exterior del país», y que la libertad de movimiento necesaria en el territorio nacional para poder ejercer sus tareas sindicales no sea limitada.
Exhortó a las autoridades cubanas a remitir «sin más demora» copia de las sentencias penales dictadas en contra de sindicalistas y garantizar una investigación de las denuncias de «ataques y restricciones a las libertades públicas» que afectan a los activistas.
También solicitó hacerle llegar copia de las presuntas investigaciones realizadas a raíz de las denuncias de despidos en represalia contra los cubanos vinculados al sindicalismo independiente.
«El Comité espera firmemente que el Gobierno garantizará plenamente a los dirigentes de la ASIC adecuada protección contra todo acto de injerencia en sus actividades sindicales, inclusive en el contexto descrito por el Gobierno», concluyó el informe.
“El reto para nosotros es lograr los mecanismos que aumenten la presión sobre el régimen, pasando por el requisito de la mención de contacto directo y de continuar con las violaciones a los derechos sindicales y laborales por parte del régimen acudiremos a otros recursos más severos de control dentro de este propio organismo internacional”, aseguró el defensor de los derechos laborales de los trabajadores”.